Aunque algunos pacientes no lo sepan, el cepillado más importante del día es el de antes de irnos a dormir.
Esto es debido a que, mientras dormimos, desactivamos uno de los mecanismos más importantes a la hora de defender nuestros dientes: la saliva.
Sí, y es que durante el día la producción de saliva y los movimientos de nuestra lengua son fundamentales a la hora de combatir a las bacterias. Mientras la lengua contribuye a remover la placa de manera mecánica, la saliva nos ayuda a disolver los ácidos que producen las bacterias. Así, nuestra rutina básica, como hablar, nos ayuda a mantener la boca activa y sana. Este sistema se detiene, sin embargo, mientras dormimos.
Es por eso que el cepillado final justo antes de irnos a dormir es el más importante de todos. Si nos acostamos sin habernos cepillado bien permitiremos que las bacterias campen a sus anchas durante horas, con la saliva estancada y sin la acción de la lengua la población bacteriana se dispara, atacando a nuestros dientes y produciendo los malos olores habituales cuando nos acabamos de despertar.
Si quieres promover el hábito de una buena higiene dental en tus hijos, sigue el consejo de tu dentista y recuerda siempre cepillarte los dientes con ellos antes de irse a dormir, de ese modo estarás construyendo el pilar más importante para asegurarles una boca sana y una bonita sonrisa.