La respuesta es sí, los piercings en labios o lengua pueden ser peligrosos para la salud dental.
Según demuestran varios estudios, los piercings pueden ocasionar problemas hasta en un 80% de los casos tras su colocación. Algunos de estos problemas pueden ser: inflamación, dolor, fracturas dentales, problemas periodontales, dificultades del habla y masticación, alteraciones en el gusto, sangrado, aumento de la salivación, infecciones, sensibilidad, halitosis, alergias e incluso parestesias.
Por todas estas razones, nuestra recomendación es la no colocación de los piercings por la salud dental. Si aun así decidimos ponernos uno, es vital que tu dentista te practique revisiones periódicas para controlar las posibles complicaciones.