Sensibilidad dental: causas y tratamiento

Tabla de contenidos

• Causas de la sensibilidad dental
  • Otros factores
• Tratamiento para la sensibilidad dental
• Cómo prevenir la sensibilidad dental

 

Cuando nos duele un diente, lo primero que pensamos es que tenemos una caries. Pero no siempre es así. Si al cepillarte, o tomar alimentos y bebidas muy frías o muy calientes, sientes molestias en la boca, podrías tener sensibilidad dental.

Causas de la sensibilidad dental

Un dolor intenso y punzante en la boca es signo de que algo anda mal. Pero, si ese dolor no es permanente, posiblemente no se trate de una caries, sino de sensibilidad dental. Esta afección usualmente se produce cuando se desgasta el esmalte o cuando las raíces del diente quedan expuestas, por alguna enfermedad en las encías o por apretar mucho la mordida.

 

Otros factores que pueden ocasionar sensibilidad en los dientes:

• Tratamientos de blanqueamiento
• Una inadecuada higiene oral
• Exceso de cepillado.

Independientemente cuál sea su origen, este tipo de molestia debe ser motivo de consulta médica, ya que si la incomodidad no se produce por contacto con factores externos (térmicos, químicos, mecánicos o táctiles), el diagnóstico podría ser otra afección.

 

Tratamiento para la sensibilidad dental

Las investigaciones científicas han demostrado que la sensibilidad o hipersensibilidad dental se debe a un daño ocasionado en la capa exterior protectora del diente, llamada esmalte. Sin embargo, no han logrado explicar  cómo ese daño llega hasta los nervios que están en la cavidad pulpar, por lo cual resulta complejo hallar una cura para esta dolencia.

Recientemente, un estudio realizado por un conjunto de biólogos y publicado en la revista Science Advances, reveló que existe una proteína incrustada en la superficie de las células que forman la dentina. Este descubrimiento, ha permitido vislumbrar una conexión entre el exterior y el interior de los dientes, que supone una nueva vía para el desarrollo de tratamientos para el dolor dental.

 

Entretanto, podemos optar por alguno de los siguientes tratamientos:

• Uso de una pasta dental adecuada. Las pastas dentales desensibilizantes pueden ayudar a bloquear el dolor si se aplican tópicamente y se dejan actuar durante al menos 30 segundos, antes de enjuagar.

• Aplicación de fluoruro. Este compuesto mineral es muy útil para fortalecer el esmalte dental y reducir la sensibilidad. También ayuda a reminalizar la estructuras dentarias, el Barniz de Fosfato tricálcico. Ambos tratamientos deben ser administrados por un especialista.

• Aplicación de resina adhesiva. Cuando el cuello de los dientes está expuesto, puede aplicarse alguna resina adhesiva que bloquee la sensibilidad. Suele ser un tratamiento efectivo, aunque requiere anestesia local.

• Injerto quirúrgico de encía. Se aplica cuando se ha perdido el tejido gingival. Consiste en injertar tejido gingival de otra parte de la boca en el sitio afectado, con la finalidad de cubrir la raíz expuesta para reducir la sensibilidad.

• Es el último recurso y solo se utiliza cuando ningún tratamiento ha resultado efectivo para paliar el dolor. La endodoncia es también conocida como tratamiento de conductos y se trata de “matar los nervios” de la cavidad pulpar.

 

Cómo prevenir la sensibilidad dental

Las recomendaciones para prevenir la sensibilidad dental son las siguientes:

• Cepillarse los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves.
• Utilizar una pasta dental con fluoruro y sin abrasivos.
• Usar un irrigador bucal diariamente.
• Evitar cepillarse vigorosamente y con una fuerza excesiva. Utilizar movimientos más suaves y de arrastre, con menos presión.
• Utilizar férulas de descarga durante la noche si hay bruxismo. Es decir, si se rechinan los dientes. Ya que esto suele causar sensibilidad y además, fracturar los dientes.
• Evitar el consumo de alimentos y bebidas ácidas (bebidas carbonatadas, zumos, frutos cítricos, etc.) porque suelen desgastar el esmalte dental con el tiempo. Si los consumes, trata de beber agua o enjuagarte la boca con agua para equilibrar los niveles de ácido en la boca.

 

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